Negombo es el destino que elegimos la mayoría de los viajeros para nuestra primera (o última) noche cuando visitamos Sri Lanka. Si tú también estás planeando tu viaje a la Isla de las Sonrisas, te preguntarás cuáles son las razones de esta elección:

Así que ya lo ves, sin ser una localidad bonita ni que destaque por sus atractivos, Negombo se ha convertido en un imán para los visitantes que inician o terminan su viaje a Sri Lanka. Qué curioso, ¿no?

Desde el Aeropuerto Internacional Bandaranaike tienes 3 opciones para llegar a Negombo, que te paso a enumerar, de la más cara a la más económica:

Cuando llegues a la estación de buses simplemente pregunta a algún conductor “¿Negombo?” y te indicará el bus que debes coger.

Los buses no tienen horarios, y salen cuando se llenan por lo menos a la mitad, o básicamente cuando al conductor le dé la gana de arrancar. A lo largo del trayecto, un revisor te dará un papelito y te pedirá el importe, que en nuestro caso ascendió a la friolera cifra de 25 LKR por cabeza (0,13€).

El bus es lento porque se para en todas partes recogiendo gente. Menos mal que nosotros ya estábamos sentados y las mochilas bien colocadas y no tuvimos que movernos del sitio. Aunque deberíamos haber tardado unos 40-50 minutos, al final la cosa se lió hasta los 80 minutos, una horita y veinte, el tiempo de una peli de las cortas. Como era muy temprano (las 7 de la mañana) y necesitábamos hacer un poco de tiempo antes de llegar al hotel, no nos importó demasiado. A pesar del cansancio, nos sentíamos contentos por todas las sensaciones de estar viendo por la ventanilla nuestras primeras impresiones de Sri Lanka y pensar emocionados “Estamos de vuelta en Asia. ¡Sí, joder!”

El bus te deja en la terminal de autobuses de Negombo, que queda un poco alejada de la playa, por lo que casi con seguridad tendrás que coger un tuk tuk hasta tu alojamiento. En nuestro caso pagamos 250 LKR (1,40€) por un trayecto de 10 minutos, imposible bajar de ese precio; al cuarto tuktukero nos rendimos y dimos por buena la negociación. Precio y tiempo: 1,53€ en 80 minutos (aunque normalmente no debería pasar de 60).

Tómatelo con calma y duerme unas cuantas horas para que los rigores del viaje y del cambio horario se vayan suavizando.

Es importante que elijas un lugar tranquilo donde recuperarte. Nosotros no pudimos caer en mejores manos que las de Chiran y su equipo del Binnacle Negombo, que con sus buenos desayunos, consejos y muchas sonrisas, nos ofrecieron la mejor bienvenida al país que podíamos imaginar.

Una vez recuperadas las fuerzas, es una buena idea dar un paseo por la playa y observar la fuerza del Océano Índico en esta parte de la isla. En efecto, casi siempre está puesta la bandera roja, y no es una playa muy recomendable para bañarse por su peligro. Pero en cambio puedes ver a los locales pescando sin caña, sólo con un sedal, mientras luchan  contra las olas. También puedes observar los catamaranes de madera que salen a dar paseos a los turistas en los días en que el mar está más calmado.

Nosotros no tuvimos buen tiempo y nos estuvo lloviendo buena parte del día. A pesar de que en septiembre siempre suele hacer buen tiempo en la costa oeste de Sri Lanka, los locales con los que hablamos nos decían que el clima estaba cambiando drásticamente y que las lluvias se habían retrasado. De ahí todos los nubarrones que nos acompañaron y que apenas nos dejaron entrever una puesta de sol bastante regularcilla. ¡Meh!

En la playa también hay muchos niños y adultos aprovechando el viento para hacer volar sus cometas hechas a mano, y si te entra hambre o sed, hay algunos puestos de comida y un montón de bares con terrazas, aunque eso sí, con precios europeos.

Otra de las atracciones locales es el mercado de pescado de Negombo. Tengo que reconocer que la lluvia y el haber estado ya en otros mercados de pescado de diferentes países asiáticos nos hicieron decidir pasar del tema. Además, no se cómo pueden poner el pescado a secar fuera si está lloviendo. Me quedo con la curiosidad hasta que alguien lo resuelva.

Lo que sí hicimos fue dar un largo paseo para ver el Dutch Canal, un canal artificial con barcas que es una de las atracciones locales. Baja tus expectativas para no decepcionarte, porque no es más que una corriente de agua sucia donde los más pobres intentan hacer vida a base de la pesca y de dar paseos en barca a los turistas.

En cambio nos gustó pasear siguiendo en paralelo la vía del tren, que atraviesa zonas de vegetación tropical densa y donde por primera vez nos invadió la sensación de estar en un destino exótico.

¿Dónde comer en Negombo?

Este es uno de los problemas de Negombo: casi todo está al doble de precio que en el resto de la isla. Es muy complicado encontrar algún lugar para comer o tomar algo a precios no inflados, y la mayoría de la oferta culinaria está pensada para turistas que quieren comer mariscadas, o hamburguesas de medio kilo con patatas fritas a precio de restaurante francés.

Buscando buscando, encontramos un par de lugares buenos donde degustar a precios razonables algunos platos típicos del país. Con nombres tan sugerentes y exóticos como “Fish and Chips” y “Mister Burger” (tiene tela sí, pero que no te lleven a engaño) en estos locales se puede comer curry, kottu, samosas, hoppers y demás platos tradicionales de la cocina local a precios ajustados.

Mención aparte merece el restaurante Scandic y su dueño Joseph, un hombre tan bajito como simpático que hace de tu cena una experiencia memorable con su buen humor, bromas y hospitalidad. Muy buena cocina srilanquesa y además te ofrece cerveza fuera de carta así de tapadillo, como cuando tu abuela te quiere dar dinero.

Nos choca mucho ver iglesias y estatuas de santos en casi cada esquina compartiendo espacio con santuarios y estatuas de Buda. La tradición católica de Sri Lanka está muy arraigada y no deja de ser un curioso contraste ver cómo dos religiones tan diferentes como la cristiana y la budista conviven armoniosamente.

No sé qué tiene la gente de Sri Lanka para que les aflore la sonrisa a la cara de una forma tan natural y espontánea. Todo el mundo es muy amable y servicial y te intentarán ayudar en todo lo que puedan.

Esto hace que viajar por Sri Lanka se convierta en una experiencia maravillosa en la que te sentirás seguro y sin preocupaciones por encontrarte en situaciones peligrosas.

Como conclusión, ya ves que Negombo, aunque tiene una oferta limitada, ha jugado muy bien sus cartas para convertirse en la puerta de entrada y salida a Sri Lanka. Intenta como hemos hecho nosotros tomártelo con calma y disfrutarás de tu primer día mientras te preparas para desvelar todos los secretos que encierra esta maravillosa isla.

¿Ahora ya tienes claro lo que te espera al llegar a Negombo? Si algo no te ha quedado claro, quieres añadir algo, o incluso agradecerme por la información, te estoy esperando en los comentarios. ¡Vamos!

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Mi estancia en los alojamientos mencionados ha sido fruto de una colaboración, aunque mi opinión es sincera y personal ya que valoro mi credibilidad por encima de todo