La leyenda de la huella
Imagínate una montaña muy escarpada, casi vertical, cubierta de exuberante vegetación, en la que tras ascender más de 5.500 escalones de desigual altura alcanzas un templo sagrado que se esconde en la cima envuelto entre nubes.
Parece sacado de una leyenda, ¿verdad? Pues este lugar es real, y se conoce como Adam´s Peak, o Sri Pada para los locales.
La tradición cuenta que dentro de ese templo, protegida de los elementos y de las miradas curiosas, se encuentra la huella del pie del mismísimo Buda, Sidharta Gautama, en uno de sus viajes que le llevó hasta Sri Lanka.
Los hindúes, en cambio, aseguran que el dueño de esa huella es Shiva, una de sus principales divinidades. Y los cristianos a su vez defienden que no fue otro que el mismísimo Adán, el primer hombre, quien dejó su huella marcada en la roca (otros dicen que fue Santo Tomás).. ¿A que no sabías que Adán había estado en Sri Lanka? Pues el conjunto de islas que antaño formaban una pasarela entre el subcontinente indio y Sri Lanka también se conoce como Adam´s Bridge… ¿casualidad?
Un lugar así, rodeado de misterio y al que supone un reto llegar, ejerce un poder de atracción enorme sobre las personas como yo con sed de aventura, así que coronar la cima del Adam´s Peak estaba en los primeros lugares de mi lista de cosas que hacer en Sri Lanka.
Datos sobre Adam´s Peak
Adam´s Peak parece más alto de lo que en realidad es. La razón es que está rodeado de montañas mucho más bajas y es posible verlo desde grandes distancias. Además, como su cima suele estar oculta por las nubes, parece un punto inalcanzable.
Cómo llegar a Adam´s Peak
Hay varias localidades desde la que comenzar el ascenso a pie a esta montaña sagrada, pero la más cercana es Dalhousie, que es la que nosotros elegimos como punto de partida para preparar nuestro ascenso y posterior descanso.
La ruta desde Nuwara Eliya hasta Adam´s Peak se hace larga: tendrás que recorrer una carretera que serpentea entre montañas y que puede hacerse algo incómoda si usas el bus como nosotros. La parte buena es que verás unos paisajes increíbles, con colinas totalmente cubiertas por árboles y extensos lagos de montaña que parecen gigantescos espejos.
Los buses no son directos, por lo que tendrás que hacer algunos transbordos:
Dónde alojarse para subir a Adam´s Peak
Dalhousie no es más que una serie de construcciones que bordean la carretera hasta la base del Adam´s Peak. El bus va parando en cada guesthouse porque algunas están espaciadas a lo largo del camino.
Nosotros nos alojamos en Slightly Chilled, quizás la guesthouse más conocida y una de las más grandes. Es un negocio regentado por una familia que también vive en el edificio, gente muy amable, siempre con la sonrisa puesta y dispuestos a ayudarte con todo lo que necesites.
Las habitaciones son amplias y cuentan con balcones con unas vistas al Adam´s Peak que te dejarán con la boca abierta. Eso sí, tienes que tener suerte, porque la montaña es tan tímida y el clima tan cambiante que nosotros sólo pudimos contemplaría un par de veces antes de que se volviera a esconder entre las nubes.
Ya sabes que te doy una ayudita de 15€ en Booking para que tú también puedas viajar, ¿verdad?
Te recomiendo que te alojes 2 noches en vez de una en Dalhousie. ¿Por qué?
Por una sencilla razón: Cuando regreses de tu ascenso al Adam´s Peak, cansado y casi sin dormir, lo último que vas a querer es subirte a un bus y meterte una paliza de viaje hasta tu próximo destino. Hazle un favor a tus piernas y tómate un día extra para descansar, pasear por el pueblo, echarte una siesta y recuperar fuerzas.
El pueblo de Dalhousie
Dalhousie se ha construido en la pendiente de un valle con un río al fondo, así que no hay ninguna edificación en suelo plano. Los locales han recurrido de forma ingeniosa al uso de pilares para ir colgando sus casas de la ladera. Me recuerda a algunos de los pueblos por los que pasé en Nepal en mi camino hacia el Annapurna.
Aquí también estarás rodeado por plantaciones de té, como en Nuwara Eliya. En Sri Lanka aprovechan al máximo las zonas frías de montaña para cultivar su preciada planta, que es donde mejor crece. Nosotros dimos un pequeño paseo alejándonos del Adam´s Peak hasta una cercanía iglesia cristiana, al lado de un pequeño altar hindú. No deja de sorprenderme lo entrelazadas que están aquí todas las creencias y cómo conviven unas con otras en aparente armonía.
El pueblo en sí no ofrece demasiados atractivos, de hecho prácticamente no hay más que guesthouses y alguna que otra tienda/restaurante, por lo que el ocio se limita a las zonas comunes de tu guest house. Además, una vez que se pone el sol reina la oscuridad absoluta y apenas hay alumbrado.
La mayoría de las guesthouses cuentan con una restaurante para cenar, y te recomiendo que no pases por alto esta opción, sobre todo si vas a llegar tarde. En Slightly Chilled pudimos disfrutar de un menú buffet, ideal para recargarse de energías antes del esfuerzo de subir la montaña.
¿Cuál es la mejor hora para subir a Adam´s Peak?
Casi todo el mundo planea subir al Adam´s Peak para llegar a la cima a contemplar el amanecer, que es la opción que nosotros elegimos, aunque tiene sus desventajas:
Eso supone empezar el ascenso sobre las 2:30 am, para poder estar en la cima sobre las 5:30 am, que es cuando sale el sol, por lo menos en septiembre, que es la época del año en la que estuvimos.
Suena muy bien eso de contemplar el amanecer desde la cima, pero siendo realistas, vas a tener pocas posibilidades: el Adam´s Peak está casi siempre cubierto por las nubes, y vas a necesitar mucha suerte para que te coincida un amanecer despejado.
Además, eso significa tener que subir en plena oscuridad, sin ver absolutamente nada del paisaje.
Preparativos para subir a Adam´s Peak
Recuerda que estás en las tierras altas de Sri Lanka, y que por las tardes y noche la temperatura baja varios grados. Por eso, debes contar con ropa de abrigo suficiente;
También es muy necesario que lleves algo de comida y bebida. En Dalhousie puedes hacerte con paquetes de galletas o algún otro snack que no ocupe demasiado y que puedas llevar para ir tomando por el camino y recuperar algo de energía. Lleva también una botella de agua, por lo menos de 1,5 l, para hidratarte suficientemente, ya que vas a sudar bastante.
No te olvides de una linterna, o puedes usar la de tu móvil si has cargado la batería al máximo antes de empezar la ruta.
Mi experiencia subiendo Adam´s Peak
Tras una cena temprana y unas pocas horas de sueño, a las 2h30am salimos de Slightly Chilled Guesthouse preparados y mentalizados para el reto que teníamos delante.
Atravesamos en el medio de la oscuridad el silencioso y desierto pueblo de Dalhousie para llegar a la base de la montaña, pero antes de llegar ya nos topamos con un grupo numerosos de viajeros alemanes. Como el camino no es muy ancho, íbamos caminando detrás de ellos hasta que nos dimos cuenta tras unos 20 minutos que íbamos por el camino equivocado.
Cuando sigues a más personas, siempre piensas que conocen la ruta mejor que tú, y bajas la guardia. ¡Error!
Con la oscuridad reinante a todos se nos pasó la enorme piedra en la que está pintada la flecha indicando la subida correcta, así que tocó desandar parte del camino. ¡Vaya buen comienzo!
El primer tramo del ascenso es sencillo: Hay pocas escaleras y vas entretenido viendo los puestos con comida y ofrendas a ambos márgenes del camino. En un punto, un par de supuestos monjes nos llamaron para firmar un documento (se suponía que era una especie de registro de subida) y nos invitaron con insistencia a dejar un donativo. Nos hicimos los tontos y seguimos nuestro camino porque no nos olía bien el asunto. Más tarde descubrimos que hay unos cuantos oportunistas locales que aprovechan para arrancarle unas rupias a los viajeros incautos de esta forma.
Tras pasar unas stupas y estatuas cuyos contornos apenas pudimos ver por la oscuridad reinante, nos encontramos con la infinita escalera hacia el cielo.
A partir de aquí dependes de ti mismo y de tus fuerzas, por lo que nos lo tomamos con calma y empezamos a subir un escalón tras otro intentando encontrar un ritmo con el que nos encontráramos cómodos. Hay gente que nos adelantaba, y otra a la que dejamos atrás, cada uno tiene su paso y no es ninguna competición.
Cada poco tiempo íbamos pasando pequeñas áreas de descanso, casi todas cerradas o vacías por no ser la época de temporada alta. Aún así, son buenos lugares para salir de los escalones y recuperar el aire unos minutos.
No tardamos mucho en acusar la inclinación del terreno y a notar las piernas cargadas. ¡Y eso que estábamos aún empezando la ruta! Y por si fuera poco, ocurrió justo lo que más temíamos: se puso a llover.
¿Cómo puedes afrontar mentalmente un reto físico exigente para el que no sabes si estás preparado, rodeado de oscuridad mientras te cae la lluvia encima?
El primer impulso fue el de querer dar la vuelta, porque cuando tienes casi todo en contra, el cerebro activa el “modo cómodo” y no le gusta nada que sometas al cuerpo a tales penurias.
Pero desechando ese pensamiento, me dije: “He viajado miles de kilómetros hasta Sri Lanka, estoy en este lugar tan especial y quiero llegar a la cima para demostrar que puedo hacerlo. No he abrazado esta vida viajera para rendirme a las primeras de cambio”.
Aún así no estaba seguro de poder aguantar subiendo hasta la cima, así que decidí dejar de pensar en la meta para concentrarme sólo en los escalones que tenía delante.
Lo que hice fue empezar a contar los escalones de 10 en 10, porque sabía que era capaz de ir superando estos miniretos de subir 10 escalones. Además es todo lo que alcanzaba a ver con la luz de mi linterna, así que no tenía opción a distraerme con ninguna otro cosa.
Al cabo de una hora más o menos mis piernas se habían convertido en plomo y subir un escalón más se había convertido en un acto doloroso. Mi cerebro gritaba por acabar con esta tortura, y me autosaboteaba diciéndome: “¿A dónde crees que vas? Ni de coña vas a aguantar subiendo hasta la cima, y eso que sólo vas por la mitad…” Además la lluvia caía con más fuerza y ya estaba completamente empapado.
Decidí entonces contar los escalones de 5 en 5 para animarme un poco más. Sabía que si paraba a descansar, mi cuerpo iba a enfriarse y me sería completamente imposible seguir ascendiendo.
Y entonces pasó algo que nunca antes había experimentado: Rompí la barrera del dolor y, como si los dioses de la montaña se hubieran apiadado, mágicamente sentí como si mis piernas caminaran solas.
Me sentía casi hasta ligero, como si la mitad inferior de mi cuerpo tuviera vida propia. Sólo tenía que seguir concentrado en seguir hacia adelante y el cuerpo obedecía sin oponer ya ninguna resistencia.
Esto ocurrió en el momento más oportuno, porque llegué a un tramo de escalones mucho más altos que el resto, y donde mucha gente se había detenido. Yo seguí adelante contando mis grupos de escalones sin dejar que otros pensamientos me distrajeran.
Creo que hasta cierto punto me vino bien estar rodeado de oscuridad, porque así era más fácil concentrarse. Además, al no saber cuánto tiempo quedaba hasta llegar a la cima, mi única meta era seguir subiendo escalones indefinidamente.
Recuerdo que me sentía tan bien que en mi delirio hasta le hablaba a la montaña diciéndole: “¡Tú sigue mandándome más escalones, que yo los voy subiendo todos! ¡A ver si se te acaban a ti los escalones antes que a mi las fuerzas! ¡Ya verás como puedo con todo lo que me eches!”
¿Y sabes qué ocurrió? Que sin darme cuenta, había coronado la cima del Adam´s Peak. ¡Allí estaba! ¡No podía creérmelo! ¡Y yo dispuesto a seguir subiendo escalones, como si no hubieran sido suficientes los 5500 que había dejado atrás!
Unos minutos después llegó Aoife y celebramos con un abrazo el haber superado el reto. Además habíamos llegado antes de lo previsto, en sólo 2,5 horas (contando con los 20 minutos perdidos del principio) y aún faltaba un rato hasta el amanecer.
Tomamos un té calentito a precio de oro en el único puesto que estaba abierto, pero en esos momentos hubiera pagado lo que hiciera falta. Algo tan simple como una bebida caliente me sabía a néctar de los dioses en esas circunstancias.
Nos acercamos al templo, que estaba cerrado, así que sólo pudimos contemplar la entrada que protege la huella sagrada de ese personaje mitológico de cuya identidad tanto se duda.
Cuando empezó a clarear se confirmó lo que ya temíamos: las nubes no nos dejaban ver más que a unos pocos metros de distancia. No íbamos a tener ese amanecer radiante que vi en tantas fotos.
¿Pero sabes una cosa? Aunque allí, en la cima del Adam´s Peak, no descubrí ese amanecer de ensueño sobre las tierras altas de Sri Lanka, descubrí algo mucho más importante sobre mi mismo:
Una vez de regreso en Dalhousie, la montaña sagrada de apiadó de nosotros y nos ofreció un premio con esta imagen para el recuerdo:
Con la actitud adecuada, tú también puedes conquistar montañas
Cuéntame si has vivido alguna experiencia similar, o si planeas subir Adam´s Peak en el futuro.
¡Te espero en los comentarios!
Pablo A dice
Lo vi en la televisión hace no mucho y la verdad es que me llamó la atención. Desde entonces lo tengo como as en la manga porque me encantaría hacerme un viajazo por todo Sri Lanka y sur de India. Qué pasada! Me ha encantado el artículo, de veras. Un saludo!
Luis Gago dice
Hola Pablo,
me alegro mucho que hayas visitado mi casa virtual y que te haya gustado mi experiencia subiendo el Adam´s Peak. Es algo que todo viajero debería hacer una vez en su vida. Sri Lanka es un país increíble, uno de mis favoritos de toda Asia, así que os lo recomiendo mucho como próximo destino.
Me encanta vuestro blog y vuestro estilo, espero que podamos conocernos pronto, a ser posible en un país lejano compartiendo unas cervecitas.
Un fuerte abrazo,
Luis
Pablo A dice
Tu casa virtual la visito a menudo, me gusta mucho tu estilo. Se lo digo siempre a Let, que tienes unas fotografias envidiables. Pues cuando coincidamos en un país nos juntamos con cervezas, eso seguro! Al menos hasta Navidades seguiremos por Latinoamerica asi que aquí tienes casa. Un abrazo!!
victoria dice
Hola una pregunta te costo algo subir a la montaña osea un pase o algo?
Luis Gago dice
Hola Victoria:
Es totalmente gratuito, así que si algún aprovechado intenta que le hagas una «donación forzosa», simplemente ignóralo y sigue tu camino.
¡Buen viaje!
Esther dice
Hola,
estoy planeando subir la montaña pero mi viaje es en agosto y no me lo recomiendan por la lluvia. En que época has ido?
Luis Gago dice
Hola Esther, yo fui en septiembre, y como puedes ver en el post, también me llovió.
Lo que te recomiendo es que, una vez que estés en Sri Lanka, consultes el tiempo en la zona del Adams Peak para que valores si vale la pena o no que lo intentes.
Tienda de maletas dice
Que artículo tan bueno, me ha encantado. Gracias por compartirlo con todos y un saludo
Luis Gago dice
Me alegro mucho que te haya gustado, Pablo.
Como has podido comprobar, tras una foto bonita suelen esconderse horas de esfuerzo y sacrificios. Pero eso es parte de los viajes, y algo que los hace aún más interesantes.
Un abrazo,
Luis
pollxander dice
excelente! post muchas gracias vamooo a daaarleee!
Luis Gago dice
¿Vas a subir al Adam´s Peak? ¡Disfruta de la experiencia, me alegra que te haya gustado mi post!
Un saludo,
Luis
Rafa Yanes dice
Hola Luis,
Gran post. «Todo esfuerzo merece su recompensa» y vosotros la tuvisteis.
A mi, como amante de la montaña y la fotografia, me pasó algo parecido, con la mente y las fuerzas, en la subida a la Pica d’Estats (cima más alta de Cataluña con 3.143 m). Era mí primer 3.000 y a 500 m. de la cima se me puso a llover y tronar y hubo un momento en el que casi doy la vuelta porque ni el tiempo, ni las fuerzas ni la cabeza me dejaban avanzar.
Al final, saqué fuerzas de donde no las habían y llegué. La recompensa fue brutal cuando llegué arriba.
Por un momento se me pasó por al cabeza lo mismo que a tí: ya que he llegado hasta aquí y el esfuerzo que me ha costado, no lo voy a quedar a sólo unos metros.
Cuando llegué abajo, al inicio de la ruta, mi satisfacción fue mayor cuando supe que había hecho subida y bajada en sólo 9 horas, cuando las referencias que llevaba de otra gente eran de 10-12 h.
Gracias por compartir tus experiencias y fotografías.
Escuché el podcast que hiciste con Carles de Fotodinero ayer mismo. Ya había visto la Masterclass que hiciste en su web y me pareció todo muy interesante y a tener en cuenta.
Un abrazo,
Rafa
Luis Gago dice
Muchas gracias Rafa. Ya veo que heos compartido esa sensación de superación al culminar un reto físico importante, eh? A que uno se queda de maravilla!
Si te gustó la Masterclass en Fotodinero, eso solo es una pequeña parte de cómo rentabilizar las fotografías de tus viajes. Si estás interesado contacta conmigo y te doy más info. Un fuerte abrazo.