Tras recorrer la costa sur de Sri Lanka y meternos un viaje en bus de 3,5 horas desde Tangalle, llegamos a la población conocida como Ella. Tuvimos suerte y nos coincidió un bus directo. Otra gente no tuvo más remedio que hacer transbordo en alguna localidad intermedia, como Wellawaya. Es parte de la magia de los viajes en bus por Asia: nunca sabes lo que te espera en la ruta, así que mantén siempre una actitud y mentalidad abiertas.

Lo bueno de este viaje es que pudimos ver cómo poco a poco el paisaje iba transformándose: desde las playas con palmeras y las planicies de la costa, donde nada se interpone entre el horizonte y tú, el terreno se va ondulando hasta que te encuentras completamente rodeado de montes cubiertos por árboles y vegetación de montaña. El cielo también cambia, y esos enormes espacios azules se convierten en paisajes de nubes que son atraídas por los picos de las montañas.

En cuanto bajamos del bus y echamos un vistazo alrededor, la verdad es que no nos quedamos extasiados por la belleza del pueblo.

Ella era tradicionalmente una pequeña población de montaña donde sus habitantes vivían recolectando té de las plantaciones cercanas. Con el boom del turismo de hace unos pocos años, los locales se dieron cuenta que podían hacer más dinero, y con menos esfuerzo, prestando servicios al número cada vez más grande de viajeros que se adentraban en las tierras centrales de Sri Lanka.

Así, la pequeña aldea agrícola se ha convertido en lo que es hoy en día: Una carretera flanqueada por hostels y guest houses construidas con prisa y pésimo gusto. Y la cosa no ha hecho más que empezar: hoy en día hay casi más edificios en construcción que ya terminados, por lo que si no me equivoco, en unos pocos años Ella se convertirá en una ciudad sin ningún tipo de planificación, con el único interés de hacer caja con el dinero de los extranjeros.

Entre feos engendros de cemento y ladrillo los mochileros se mueven por docenas. Es el único lugar que vimos en Sri Lanka donde casi había más extranjeros que locales, ¡menudo hervidero!

De hecho, Ella parece estar construida exclusivamente para atender las demandas de los viajeros, y llama la atención que no pudimos encontrar ningún negocio donde los srilanqueses fueran los clientes.

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Por suerte para nosotros, pudimos dejar atrás los hostels del centro porque en uno de los márgenes del pueblo nos esperaba Sunnyside Holiday Bungalow, una de las pocas construcciones con historia de la zona.

Esta casa, que cuenta con un bonito y extenso jardín, fue el regalo del capataz a uno de los trabajadores que más se esforzó en una de las plantaciones, a principios del siglo XX. En los años 80, durante la guerra civil de Sri Lanka, la casa fue confiscada y parcialmente destruida. Por suerte la familia del trabajador pudo recuperarla y, tras años de reformas, pudieron abrirla como la guesthouse que puedes disfrutar hoy en día.

Comparada con los adefesios de cemento que van surgiendo como setas en Ella, es un gusto poder tomar un café mientras contemplas el jardín, o disfrutar de sus desayunos con frutas y productos frescos locales.

Puedes encontrar este alojamiento, y muchos otros en Ella, en Booking, donde te hago un regalo de 15€ con tu reserva.

Esta parte de Sri Lanka es perfecta para los amantes de la naturaleza, ya que sus rutas y paisajes de montaña tienen fama (merecida) de ser de los más bonitos de toda la isla.

Lo ideal es pasar como mínimo un par de días para poder ver los principales atractivos de la zona. Es lo que hicimos nosotros, y nos hubiera hecho falta un día extra para ver otros lugares de interés a los que no pudimos ir.

Aquí te dejamos nuestro recorrido en Google Maps (¿ya sabes cómo crear un mapa así?) para que te sirva de inspiración

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¿Te gustan los libros de Harry Potter? ¿Me creerías si te dijera que en esta parte del mundo existe una versión tropical del Howarts Express? Vale, no es exactamente así, pero se le parece mucho.

A poca distancia del centro de Ella se encuentra una maravilla de la ingeniería en forma de puente de 9 arcos. No quiero ni imaginarme lo dura que tuvo que ser la construcción de este puente, con los medios limitados de este país y con el calor que hace en el valle donde se sitúa.

Se tardan unos 30 minutos en llegar andando desde el centro de Ella hasta el puente. El paseo te dejará muy claro que el boom urbanístico no ha hecho más que empezar, y seguro que mientras lees estas líneas se están inaugurando un par de guesthouses más...

Antes de llegar hay que dejar a un lado la carretera principal y seguir por unas pistas de tierra durante 10-15 minutos. Justo antes de llegar puedes detenerte en un mirador de madera construido en una de las casas de la zona.

Lo bueno es que hoy podemos disfrutar de estas vistas y ver cómo pasan los trenes para capturar una foto cuando menos inusual. Consejo: Hay un tren que siempre pasa a las 17:00h

El Adam´s Peak es una de las montañas más escarpadas de Sri Lanka, famoso por los tortuosos e interminables escalones que llevan al templo que está en su cima (sí, lo sabemos muy bien porque hemos subido al Adam´s Peak).

En Ella puedes encontrar a su hermano pequeño, bautizado como Little Adam´s Peak (o Mini Adam´s Peak); es una montaña cuya subida implica un agradable paseo entre plantaciones de té y la ascensión de unos cuantos escalones que no presentan gran reto. Es un plan genial para ir con niños o si quieres pasar una mañana o tarde relajada.

Para llegar al Little Adam´s Peak hay que seguir el mismo camino que el que tomamos para ir a ver el 9 Arches Bridge, pero desviándonos antes en el camino que sale del Ella´s Garden Resort.

Ahí entrarás en una plantación de té y podrás ver a mujeres recolectando las hojas de esta bebida. Es un trabajo durísimo, con jornadas de largas horas y poco salario. De hecho es una tarea reservada para las clases más humildes, que en Ella viven en un poblado de chabolas adyacente a la plantación.

Un poco más adelante deberás tomar el camino que se dirige a la derecha, está bien señalizado. Si sigues recto entrarás en el 98 Acres Resort, el alojamiento de lujo más caro de toda la zona. Ahora bien, si quieres entrar a cotillear, yo no digo nada.

Ahí te las verás con los famosos escalones, que no son más que un teaser de lo que te espera en el Adam´s Peak con sus más de 5500 escalones…

Pero cuando llegues a la cima se te pasará el cansancio volando: Ante ti se abre una vista de 360º donde Ella te muestra su mejor cara: onduladas montañas verdes que se fusionan con las nubes en el horizonte, uno de los paisajes más bellos y uno de los mejores recuerdos que podrás llevarte de Sri Lanka.

Un par de estatuas de Buda son testigos permanentes de este paisaje inolvidable. Y unas cuantos perros locales que juegan a acompañar durante un rato a los caminantes (no te preocupes, son inofensivos, se les ve cara de buena gente).

Consejo: No te detengas en la primera cima y si te atreves, llega hasta la segunda y tercera de la pequeña cadena montañosa en la que te encuentras. Son sólo unos minutos más de marcha y podrás hacer fotos desde otras perspectivas.

Si te fijas bien, es posible que desde aquí veas en la lejanía pequeños puntitos de colores en lo alto de Ella´s Rock: son las personas que han conseguido subir hasta lo alto, otra de las excursiones que te recomiendo, aunque un poco más durilla.

La segunda ruta de trekking recomendada que hemos hecho es la que conduce a Ella Rock, el mirador más alto de toda la zona y cuyas vistas bien valen el esfuerzo y el tiempo que lleva llegar hasta allí arriba.

Se tardan unas 4 horas en ir y volver, y la empinada subida es exigente, así que prepárate para una buena caminata.

Muchos viajeros se han perdido a mitad de camino, o han recibido instrucciones contradictorias por los locales (los listillos lo hacen para que los contrates como guías). Nosotros estuvimos leyendo varios blogs y no quedaba del todo claro cómo llegar a la cima, así que nos hemos puesto las pilas y te hemos preparado el post definitivo sobre este tema:

Existen otros puntos de interés en Ella, como Ravana Falls, unas cataratas que vimos desde el bus al llegar que se han convertido en la piscina pública local; o Ravana´s Cave, una gruta de grandes proporciones donde un gigante mítico mantuvo prisionera a una princesa india. No tuvimos tiempo de visitarla, pero nos han comentado que hay una dura subida de 700 escalones hasta esta cueva… ¡tú mismo! 🙂

Ella es tu base de operaciones para hacer todas estas excursiones, y la verdad, sólo va a ofrecerte servicios básicos pero suficientes para tu aventura por las tierras altas de Sri Lanka.

Encontrarás restaurantes de precios muy asequibles. Nosotros nos hicimos amiguetes de la gente del restaurante Nilmini (lo tienes en el mapa), que además era uno de los más baratos que encontramos. Allí podrás recuperar fuerzas tras las caminatas con sus rotis, kottu, samosas y zumos. Los restaurantes al lado de este también son de los más baratos, y todos ofrecen una carta muy similar.

Hay un lugar que no te va a pasar desapercibido: la enorme cúpula de bambú del Chill, el punto de reunión de todos los viajeros de la zona. Allí podrás relajarte tomando una cerveza Lion tirado en los puffs de la planta de arriba, o compartir historias mochileras en una de las grandes mesas de la planta baja.

Como se nos acabó la ropa limpia, nos tocaba buscar un servicio de lavandería. El que usa todo el mundo, y que además está señalizado en la carretera principal, es el que se encuentra al lado de la oficina de correos. Pero ¡cuidado, es una trampa! La señora nos pidió una cantidad desorbitada por lavar unas pocas prendas. A nosotros, que viajamos con camisetas de 3€, casi nos compensaba más comprar otras nuevas que pagar lo que nos pedía. Lo bueno es que seguimos buscando y unos metros más allá de la oficina de correos, al lado de la comisaría de policía, había otro cartelito apuntando a una casa vecina con precios más baratos. Así que ya sabes, si te toca ir a la lavandería en Ella, usa esta segunda casa.

Si te gustan las actividades al aire libre, estás en forma (o quieres ponerte) y quieres visitar un destino económico, tu viaje a Sri Lanka debería incluir esta visita a Ella. 

Cierto, el pueblo no es bonito, pero sus paisajes y maravillas naturales lo compensan con creces, y nosotros nos llevamos un magnífico recuerdo de nuestros días entre las montañas de Sri Lanka.

¿Te queda alguna duda sobre tu viaje a Ella?

¿Te gustaría realizar las rutas de trekking que te hemos propuesto?

¿Quieres dejar tu aportación sobre tu experiencia aquí o tus planes para visitar este lugar?

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